Caronte es un genio del mundo infernal, hijo de Érebo y Nix. Su misión es pasar las almas, a través de los pantanos del Aqueronte, hasta la orilla opuesta del río de los muertos; éstos, en pago, deben darle un óbolo. De ahí la costumbre de enterrar a los difuntos con un óbolo puesto debajo de la lengua o en los ojos del cadáver para que, una vez que la sombra de la persona muerta alcanzase el mundo subterráneo del Hades, pudiera pagar a Caronte para poder pasar a través del río Aqueronte. Aquellos que no tenían la cantidad suficiente, o cuyos amigos habían rechazado dar los ritos apropiados del entierro, esperaban durante cien años en la ribera del Aqueronte, hasta que Caronte accedía a portearlos sin cobrar.
Se le representa como un anciano flaco muy feo, de barba gris e hirsuta, vestido de harapos y con antifaz o, en ocasiones, como un demonio alado con un martillo doble. Conduce la barca fúnebre, pero no rema; de ello se encargan las mismas almas. Se muestra con ellas tiránico y brutal, como un verdadero subalterno.
Era muy raro que Caronte dejara pasar a un mortal aún vivo.Cuando Heracles descendió a los Infiernos, obligó a Caronte a pasarlo en su barca, y como éste se negara, el héroe se apoderó de la percha y le propinó tal paliza que el otro no tuvo más remedio que obedecer, tanto a la ida como a la vuelta. Caronte fue encarcelado un año por haber dejado a pasar a Heracles sin haber obtenido el pago habitual exigido a los vivos: una rama de oro que proporcionaba la sibila de Cumas.
Otros dos mortales consiguieron cruzar el Aqueronte (Estigia según Virgilio). Uno fue Orfeo, quien con sus cantos encantó a Caronte y a Cancerbero para rescatar a su amada muerta, Eurídice, a quien perdió en el viaje de vuelta. La otra fue Psique, que por órdenes de Afrodita tuvo que bajar al infierno en busca de un frasco de agua de Juvencia, y logró hacer el viaje de ida y vuelta estando viva.
En las pinturas de las tumbas etruscas, Caronte aparece como un demonio alado, con la cabellera entremezclada de serpientes y llevando un mazo en la mano. Ello hace suponer que el Caronte etrusco es en realidad el “genio de la muerte”, el que mata al moribundo y lo arrastra al mundo subterráneo. Dante Alighieri incorporó a Caronte en La Divina Comedia
0 Comentarios:
Publicar un comentario