"La literatura es una extraña máquina que traga, que absorbe todos los placeres, todos los acontecimientos de la vida. Los
escritores son vampiros."

Georges Bernand Shaw


Un Paranoico es el que se hace una mínima idea de lo que se está cociendo.
Que hablen mal de ti es terrible. Pero es peor que no lo hagan en absoluto.

Oscar Wilde


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18 de enero de 2011

Sinopsis y Primer Capítulo de Stefan's Diaries: Bloodlust

Gracias a Purple Rose
y a Gayanita.
2.- Stefan's Diaries: Bloodlust.

Stefan y Damon Salvatore, son vampiros ahora y tienen que lidiar con las consecuencias de su destino. Ellos escapan de su pequeña ciudad natal; Mystic Falls, que esta invadida por cazadores de vampiros y viajan a Nueva Orleans. Mientras Stefan se deleita con sus poderes, Damon sigue afligido por la perdida de Katherine; la preciosa vampira que estuvo alrededor de ambos. Pero Nueva Orleans ofrece tentaciones y peligros. Stefan se enamora de otra humana y sus poderes serán puestos al límite. Damon termina capturado por un sádico y malo cazador de vampiros. Stefan sabe que debe salvar a su hermano, ¿pero le costará a él, su nuevo amor?
CAPITULO 1.
TRADUCIDO POR GAYANITA.
Era Octubre. Las hojas sobre los árboles en el cementerio, se habían vuelto marrones y descompuestas y una fría brisa había silbado sustituyendo el calor sofocante de verano en Virginia. No es que yo lo sintiera mucho. Como un vampiro, la única temperatura que mi cuerpo registraba era la de la sangre caliente de mi próxima victima templada por la anticipación de su sangre caliente a través de mis venas.

Mi nueva víctima estaba solo a unos pocos metros de distancia, una chica de pelo castaño que actualmente estaba escalando sobre la cerca de la propiedad de Harnett, que estaba junto al cementerio.
—¿Clementine Haverfod, que estas haciendo fuera de la cama tan tarde?— mi comportamiento vacilón estaba en contra con la sed caliente y pesada recorriendo a través de mí. Clementine no había supuesto estar aquí, pero Matt Harnett había sido siempre agradable con ella. E incluso aunque Clementine estuviera comprometida con Randall Haverfod, su primo con sede en Charleston, estaba claro el sentimiento era mutuo. Ella había estado jugando a un juego peligroso. Lo poco que hizo, ella sabia que volvería mortal.
Clementine entrecerró los ojos hacia la oscuridad. Yo podría hablar sobre su expresión con sus parpados pesados y unos dientes manchados de vino, que ella había tomado la pasada noche—¿Stefan Salvatore?— ella exclamó—.Pero tú estas muerto.
Tome un paso más cerca hacia ella.—¿Lo estoy ahora?
—Sí, yo asistí a tu funeral—.Ella ladeo su cabeza hacia un lado. Sin embargo no se vio tampoco preocupada. Estaba prácticamente andando dormida, con unos embriagadores sorbos de vino y besos robados—.¿Eres un sueño?
—No, no soy un sueño— dije roncamente.
La cogí por los hombros y la puse hacia mí. Ella se cayó contra mi pecho y el fuerte tambor de sus latidos lleno mis oídos. Olía a jazmín, justo como el pasado verano, cuando mi mano había rozado el corpiño de su vestido mientras jugamos a los juegos de besos de Damon, debajo del puente Wickery.
Recorrí con un dedo su mejilla. Clementine había sido mi primer amor. Estaba a veces asombrado, de que sentiría al cogerla. Puse mis labios en su oído.—Soy más parecido a una pesadilla.
Antes de que ella pudiera hacer algún sonido, hundí mis dientes a través de su vena yugular, suspirando cuando el primer flujo golpeó mi boca. A diferencia de su nombre podría sugerir la sangre de Clementine no fue tan dulce como yo había imaginado. En cambio era al gusto del tabaco y bitters, parecía café quemado sobre una estufa caliente. Aún asi, bebí profundamente, tragando hacia abajo hasta que ella paro de quejarse y su pulso era lento como un susurro. Se quedo sin vida en mis brazos y el fuego que quemó en mis venas y en mi vientre se apagó.
La semana pasada había estado cazando en mi tiempo libre, descubriendo que mi cuerpo requería dos comidas al día. En su mayoría yo solo escuché el vital fluido recorriendo a través de los cuerpos de los vecinos de Mystic Falls fascinado de tan rápido que podría conseguirlos. Cuando ataque, lo hice cuidadosamente alimentándome de huéspedes de la pensión o cogiendo uno de los soldados de Leestown. Clementine seria mi primera victima, que una vez fue mi amiga, la primera victima de Mystic Falls que perdería.
Soltando mis dientes de su cuello, lamí mis labios permitiendo a mi lengua saborear la mancha de sangre húmeda en la esquina de mi boca. Asi que la arrastre fuera del cementerio a la presa, donde mi hermano Damon y yo habíamos permanecido desde que nos habíamos convertido.
El sol estaba cauteloso sobre el horizonte y Damon estaba sentado indiferente en la orilla del agua, echando un vistazo hacia las profundidades como si ellos tuvieran los secretos del universo. Él había estado asi cada día desde que nos despertamos como vampiros siete días antes, de luto por la perdida de Katherine; la vampira que nos convirtió en lo que somos ahora. Aunque ella me convirtió en una poderosa criatura, celebré su muerte diferente de mi hermano. Ella jugo conmigo por idiota y la memoria de sus recuerdos me hacen ver lo vulnerable que fui una vez.
Cuando vi. a Damon, Clementine gemía en mis brazos, con un ojo abierto palpitando. No era por la sangre filtrándose hacia el azul cordón de su arrugado tul del vestido, parecía como si fuera solamente un sueño.
—Shhh— murmuré, tomando unos pocos mechones de su pelo al lado de su oído. Una voz en alguna parte de mi mente me dijo que yo debería lamentar coger su vida, pero no sentí nada. En su lugar yo la reajuste en mis brazos lanzándola sobre mi hombro, como si ella fuera simplemente un saco de avena y ande hasta el borde del agua.
—Hermano— .Tire bruscamente el cuerpo sin vida de Clementine cerca de sus pies.
Damon agito su cabeza y dijo—No—.Sus labios tenían una blanca textura calcárea. Los vasos sanguíneos retorcidos oscuramente en su cara, parecían grietas de mármol. En la débil luz de la mañana el parecía una de esas estatuas rotas en el cementerio.
—Debes beber!—Dije aproximándome y poniéndole hacia abajo, sorprendido de mi propia fuerza. Sus orificios nasales se ensancharon. Pero justo cuando hacia mi, el olor de la sangre de ella fue intoxicando su débil cuerpo y tan pronto como sus labios encontraron la piel de ella a pesar de sus protestas. El empezó a beber lentamente al principio, después bebió a lengüetazos el líquido, como si fuera un caballo desesperado por agua.
—¿Por qué tienes que hacerme esto?—él pregunto lastimoso. Limpiándose su boca con la parte trasera de su mano y haciendo una mueca de dolor.
—Tú necesitas recuperar tu fuerza.—Le empuje a Clementine con la punta de mi bota cubierta de suciedad. Ella refunfuño levemente como si aún estuviera viva.
Por ahora, al menos. Pero su vida estaba en mis manos. La comprensión vibro a través de mí, enteramente como si fuera fuego. Esto, la caza , las conquistas, la recompensa de una agradable somnolencia que siempre siguió a una alimentación eternamente y unas interminables aventuras.¿Porque no podría Damon entenderlo?
—Esto no es fuerza. Es debilidad— Damon siseo alzándose hacia sus pies—.Esto es el infierno en la tierra y nada podría ser peor.
—¿Nada? ¿Prefieres estar muerto como Padre?—Agite mi cabeza incrédulo—.Tienes una segunda oportunidad.
—Yo nunca la pedí— Damon dijo bruscamente. Nunca pedí nada de esto. Todo lo quería era a Katherine. Ella se ha ido, asi que morirme ahora seria por ella.—Damon me entrego una rama de roble recortada —aquí— dijo poniéndose con sus brazos abiertos ampliamente, con su pecho expuesto. Solo un golpe en su corazón y él tendría su deseo.
Los recuerdos destellaron a través de mi mente: de Katherine ,su calidez, oscuros rizos, sus colmillos brillantes a la luz de la luna, su cabeza arqueada hacia atrás antes de que me mordiera en el cuello, su siempre presente lapislázuli colgando y asentándose en el hueco de su cuello. Ahora entendí, porque asesino a mi prometida, Rosalyn porque ella nos había obligado a Damon y a mí, porque ella uso su belleza y cara inocente para que la gente la desee de verdad y la proteja. Era su naturaleza. Y ahora la nuestra. Pero en lugar de aceptar su regalo ,como yo hice, Damon parecía pensar que fue una maldición.
Rompí la rama sobre mi rodilla y la lancé a trozos al río.—No— dije. Aunque nunca lo había admitido en voz alta, el pensamiento de vivir para siempre sin un amigo en el mundo me asustaba. Deseé que Damon y yo aprendiéramos a ser vampiros juntos.
—¿No?—Damon repitió. Sus ojos abiertos de golpe.—Tu eres suficientemente hombre para asesinar aún antiguo amor* , ¿pero no tu a hermano? Me empujo al suelo. Se avecino hacia mí, sus propios dientes resistiendo, a continuación escupió en mi cuello.
—No, te avergüences de ti mismo— dije a gatas por mis pies. El era fuerte, pero yo era de lejos más fuerte por mi regular alimentación.—Y no seas un idiota pensando que Katherine te amaba—gruñí—.Ella amaba su poder y amaba lo que podía hacernos por ella. Pero ella nunca nos amo.
Los ojos de Damon se encendieron. El se abalanzo hacia mí con la velocidad de un caballo galopante. Su hombro duro como una piedra se estrelló contra mí tirándome atrás hacia un árbol. El tronco se rajó con una fuerte grieta.—Ella me amaba.
—¿Entonces porque estuvo conmigo, también?—Le desafié, girando mis pies como si rechazara su siguiente golpe.
Las palabras hicieron su efecto deseado. Los hombros de Damon flaquearon y se quedo pasmado mirando hacia atrás.— Bien. Yo haré solo lo mío.—Él murmuró, escogiendo otro palo y recorriendo el final afilado a lo largo de su pecho. Tire la estaca fuera de su mano y retorcí sus brazos hacia su espalda.—Eres mi hermano, de carne y hueso. Todo el tiempo que este vivo, estaré contigo. Ahora, vamos.— Le empuje hacia los bosques.
—¿Dónde vamos?—Damon pregunto apáticamente, permitiéndome llevarle arrastras lejos.
—Al cementerio—Contesté.—Tenemos que asistir a un funeral.
Los ojos de Damon mostraron una chispa aburrida de interés.
—¿De quién?
—De Padre. ¿No quieres decir adiós al hombre que nos mató?

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