El vampiro se ha convertido en un ente cotidiano para todos nosotros. Es también el monstruo literario (y cinematográfico) mas reconocido y mas temido. Todos, a través de películas y libros, tenemos una idea mas o menos clara de lo que representa esta criatura. Para mencionar la mas popular concepción del monstruo, citare la trascripción que Mina Harker hace, en el capítulo 18 del "Drácula" de Bram Stoker, de la conferencia magistral que dicta Abraham Van Helsing donde establece su fisiología:
"Los vampiros existen... algunos de nosotros lo sabemos por experiencia. Y aunque no hubiéramos tenido la prueba de nuestra propia desgracia, las enseñanzas y las narraciones antiguas son concluyentes para cualquier persona sensata[...]El Nosferatu no muere, como la abeja, cuando pica una vez. Por el contrario, se hace más fuerte, y tiene por ello más poder para hacer el mal. Este vampiro que está entre nosotros tiene la fuerza de veinte o más hombres; es más astuto que los mortales, pues su sagacidad ha ido creciendo con los siglos; puede utilizar la necromancia, que es, como indica su etimología, la adivinación por los muertos, y todos los de esta condición a los que puede acercarse están a su servicio; es brutal y más que brutal, no tiene corazón; puede aparecer a voluntad cuando y donde quiera, en cualquiera de sus formas; es capaz de dirigir los elementos en cierta medida: la tormenta, la niebla, el trueno; puede dar órdenes a todos los seres maléficos: la rata, el búho, el murciélago, la polilla, el zorro y el lobo; puede aumentar y disminuir de tamaño, y a veces puede desaparecer y pasar inadvertido.
A pesar de esta omnipotencia, también establece sus debilidades y limitaciones:
"Ahora tenemos que considerar las limitaciones de los vampiros en general y de éste en particular. Para esto tenemos que referirnos a las tradiciones y las supersticiones al respecto[...]A pesar de no ser un ente de la Naturaleza, debe obedecer ciertas leyes...pese a ignorar el motivo. [...]Su cuerpo no proyecta ninguna sombra ni se refleja ante un espejo[...]No se le abren todas las puertas; es preciso que antes se le ruegue que entre; sólo entonces puede penetrar en una casa cuando lo desee. Su poder cesa, como el de todas las potencias malignas, con las primeras luces del alba.[...] Se asegura que no puede cruzar agua corriente más que en la marea alta o cuando el mar esta corrompido. Hay cosas que le restan todo poder, así el ajo, como ya sabemos; lo mismo que éste símbolo, una cruz de oro, ante la cual retrocede y huye. Hay otras cosas que todos deben conocer, por si hemos de servirnos de ellas durante nuestra misión: una rama de rosal silvestre dentro de su ataúd le impide salir del mismo; una bala bendita disparada contra el féretro lo mataría y entonces se convertiría en un verdadero muerto. En cuanto a la estaca hundida en el corazón, sabemos que también le concede el descanso eterno, descanso eterno que también goza cuando se le corta la cabeza".
Etimológicamente hablando, la palabra vampiro procede de la voz serbia wampira (wam = sangre, pir = monstruo), y designa al muerto que, de acuerdo con las leyendas de Transilvania y la Europa Central, regresa a alimentarse con la sangre --y, según algunas variantes, con la carne-- de los seres que en vida estuvieron más próximos a él. De tal raíz surgen las siguientes denominaciones: wampyr en holandés; wampior o upior en polaco; upir en eslovaco; upeer en ucraniano.
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